Ascazo 3: El abuelaco del metro de Valencia

¡Hay, la madre!

Ayer fui con una amiga al centro y nada, fuimos en metro...

Resulta que al volver, en las escaleras mecánicas de la estación subterránea (estaban repletas de gente) mientras bajábamos por ellas un ruido gargantil nos sorprendió desde atrás, nos giramos y un abuelo nos adelantó lentamente apartándonos mientras emitía ruidos con su garganta y parecía hacer gárgaras con toda la masa de mocos que debía contener en

la campanilla.

¡¡¡QUE ASCAZO!!!

Mi amiga y yo nos comenzamos a reír en su cara intentando aguantarnos, y él que ya iba 3 o 4 escalones por debajo se giró para mirar

nos descaradamente. (He estado buscando fotos de abuelos por internet que se le parezcan y este creo que es él xDDDDDDDDDD Era idéntico):

Puffff.... Ella y yo temblábamos del miedo. Al bajar esas escaleras lo perdimos de vista y nuestros corazones latían rápido mientras hablábamos del abuelo y nos reíamos. Bajamos otras escaleras y lo encontramos de neuvo mientras mi amiga decía: "JAJAJAJA HAS VISTO EL RUIDO QUE HACÍA CON LOS MOCOS EL ABUELO, QUE MIEDO, POR DIOS". Yo le dije que nos estaba mirando desde las escaleras de al lado (tambien bajaban). Al menos estábamos a salvo en unas escaleras distintas, pero ambos sabíamos que al bajar perdería su cordura y nos estaría esperando a que bajáramos para hacernos algo.

"HAY! QUE MIEDO, ¿POR QUE NO PARA DE MIRARNOS?!" gritó ella escondiéndose en mi brazo. Yo lo miraba disimuladamente, el puto abuelo seguía mirándonos entre la multitud de la escalera de al lado. Su ceño estaba fruncido bajo sus gafas de pasta, creando un rostro diabólico. Las escaleras bajaban y él miraba hacia arriba, para no perdernos de vista.

"OJALA SE CAIGA AL LLEGAR A BAJO, ASÍ NOS DARÍA TIEMPO PARA ENTRAR EN EL METRO ANTES DE QUE NOS ALCANCE" dije en susurros, intentando mantener la calma.

Su mirada fría quería matarnos. Su mirada fría quería gritarnos, pero no dijo nada. Al llegar abajo se quedó parado junto a las escaleras siguiéndonos con la vista; esperándonos para nuestro fatídico destino.

¡¡¡¡QUE ASCAZOOOO!!!!

Por suerte al bajar abajo muchas personas cubrieron su vista y nos escabullimos entre la gente hacia nuestro andén. Las luces del metro comenzaban a divisarse por el túnel oscuro, suspiramos aliviados. Miramos atrás, la multitud se había despejado por la zona de las escaleras, Y allí estaba el anciano cabrón mirándonos, todavía enfadado, quieto... Dió un paso hacia nosotros cuando el metro se paró ante nosotros, por suerte la última puerta se paró ante nosotros, ella pulsó el botón y entramos como las balas. Se cerraron las puertas y allí estaba él, al otro lado de los cristales. Quieto, todavía observándonos cuando el metro comenzó a moverse...

"CREO QUE NOS HA ECHADO MAL DE OJO!" gritó ella en el metro...

Dios, lo que faltaba en mi vida ahora... Mal de Ojo...

¡¡¡¡¡QUE ASCAZOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!